domingo, 3 de mayo de 2009






Una gema diferente

Era una noche, como todas las demás; oscura, fría y húmeda, pues en la selva siempre hay mucha humedad. Se encontraba Max, el piraña más conocido en la ciudad. Éste estaba muy apresurado y asustado, pues era de noche y no podía ver nada, y en la selva uno no sabe con lo que puede encontrarse….Maz se encontraba en la selva porque había escuchado rumores de que había una “cueva” que guardaba un hermoso tesoro: una hermosa gema que llegaba a medir 20cm de alto y 30 de ancho o viceversa, sólo eran rumores.


Al encontrarse frente a la gran cueva que la cubría un montón de paja y basura; éste empezó a sacar todo lo que le impedía entrar durante 1 día y medio. Aunque éste terminó muy cansado, no puedo aguantarse las ganas y entró muy apresurado y emocionado; pero ésta emoción no duró mucho ya que caminó por casi 2 horas.
Durante el recorrido, él empezó a ver muchas imágenes pintadas en la roca, todas eran de diferente tipo. Parecían pinturas de los Incas o tal vez eran de alguna antigua tribu selvática. Además, pudo ver docenas de cuerpos muertos tirados sobre el piso; la mayoría de los cuerpos parecían haber sido quemados, incluso algunos parecían haber sido quemados y atravesados a la vez.
Después de un largo recorrido, por fin llegó a su destino, y pudo ver a lo lejos la preciosa gema que la esperaba. Al estar junto a la gema, se quedó presenciándola por varios minutos, pues era muy brillante y la luz lo impactó mucho. Además se preguntaba si es que iba a pasar algo extraño como en todas las películas, que al robar un tesoro antiguo empezaba a destruirse todo o empezaran a aparecer seres místicos de la nada, etc…
Él se confió y estiró el brazo para agarrar la gema, pero al instante, algo inesperado pasó: la plataforma de madera que sostenía la gema se movió repentinamente hacia atrás, lo que impidió que agarrara la gema. Éste se asustó al ver que algo o alguien se lo impedía. Se quedó frío. Empezó a sentir que algo o alguien más estaba con él en el mismo lugar, no estaba solo.
Al rato, todo se oscureció( más oscuro de lo que ya estaba) y se escucharon numerosos ruidos. Parecía ruidos de al abrir compuertas, de motores e incluso de personas parándose a la vez.
Al instante, se prendieron unas luces extrañas, no eran comunes. Eran azules, pero de un aspecto moderno. Habían muchas de esas luces esparcidas por todo el lugar, incluso en el piso.
Max se había quedado asombrado de lo que acababa de pasar, pues el lugar ya no parecía una simple cueva. Parecía, más bien, como un cine o un auditorio vacío.
En fin, su asombro terminó al escuchar unos cuantos pasos y unos cuantos respiros. –Sabía que no estaba sólo! -se dijo. Él volteó y vio a una especie de hombre muy pálido. Tenía los ojos grandes y saltones. Al parecer, no tenía nariz y su boca estaba encima de sus ojos. Era muy delgado y llevaba una gran capa roja y una armadura como la de un robot.
Max se había quedado boquiabierto, e inmóvil al verlo y no dijo nada. Él no podía dejar de ver sus tres ojos y dejó que “el alienígena”, por así llamarlo, empezara. Y así fue: El “alienígena” empezó a emitir unos sonidos raros. Aparentemente, intentaba comunicarse, pero no se le entendía nada.
El alienígena empezó a girar una manecilla debajo de su cuello (al parecer, controlaba su voz). A continuación, habló de nuevo y ésta vez si se le entendió:
-Atención seguridad, tenemos un caso xxx.
En ese momento, Max se quedó algo confuso. No sabía lo que era un caso xxx, pero vio que varios pequeños robots estaban apareciendo de la nada por todos lados a su alrededor. Entonces no dudó ni por un segundo y corrió y saltó hacia la gema. La había agarrado, se sintió tan feliz por un instante, y tan asustado por otro instante porque se dio cuenta de que 1000 robots iban tras él con unas lanzas láser. Lo habían acorralado, ya no podía hacer nada, lo iban a matar.
A continuación, un robot levantó su lanza para matarlo, pero al mismo tiempo Max dijo:- esperen!!!!- y levantó su mano para que le entendieran. Pero, inesperadamente, a la vez que levantó su mano, de ésta salió una especie de luz muy fuerte. Le había volado la cabeza al robot. Se dio cuenta de que la gema le había dado un raro poder: al parecer lanzaba rayos eléctricos de la mano.
Al descubrir esto, él no lo pensó dos veces y empezó a disparar todo lo que podía con una sola mano, pues en la otra estaba la gema. Empezó a ganar territorio contra los robots y se dirigió hacia la puerta. Ésta estaba cerrada, así que intentó lanzar un rayo más concentrado, y ésta vez salió en forma de una bola, y logró romper la puerta por donde él pudo salir. Pero al lanzarlo con más fuerza se dio cuenta que lo debilitaba más, así que no volvió a lanzarla con fuerza.
Estando en la cueva hacia la salida, Max corría con todas sus fuerzas, pues los robots lo seguían persiguiendo. Durante la persecución, constantemente tuvo que ir matando robots porque le dificultaba seguir corriendo.


Al llegar desesperadamente al final del túnel, él se lanzó y para su suerte estaba el río que hizo que todos los robots que lo perseguían se destruyeran. Al caer en el río, sintió como si hubiera golpeado el piso muy fuerte. Éste se paró y se dio cuenta de que había abollado el piso un poco. Se pudo dar cuenta de que, como el metal conduce la electricidad, posiblemente él ahora era de metal. No le dio importancia, dio media vuelta y se dirigió de nuevo a la ciudad.
Finalmente, estando en la ciudad, ya no sabía qué hacer después de todo lo que había pasado. Casualmente pasó frente a una ferretería y casi todos los productos se fueron contra el vidrio que estaba frente a él. Se dio cuenta que toda la gente que estaba en la misma calle se quedó mirándolo. Él sólo sonrió y siguió caminando, como si nada hubiese pasado…Jorge Millones

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