viernes, 15 de mayo de 2009






Froug el robot valiente
En el año 2000 en Atlanta- Estados Unidos, un grupo de científicos creó una familia que consistía en tres robots de tres metros cada integrante y que tenían armas integradas que solo podían usar cuando sea necesario. El papá se llamaba Vender; la mamá, Robotina; y el hijo se llamaba Froug.
Sus creadores no eran amables con esta familia por lo que estos se escaparon y se fueron a vivir al Polo Norte, como no tenían donde quedarse se pasaron la noche en la nieve. Poco después, encontraron a un señor gordo, viejo y barbudo que era más pequeño que ellos. La familia con curiosidad le preguntaron cómo se llamaba y él les respondió: me llamo Papá Noel. Noel les dio una habitación en el establo de sus renos. Esta familia se quedó viviendo con Noel hasta el año 2100 que este murió por sobrepeso. Por esto vinieron unos compradores y adquirieron el hogar de Noel a un buen precio. Estos compradores resultaron ser los dueños de Hootters y querían construir un Hootters en el Polo Norte.
Como los robots no tuvieron un hogar donde vivir, vagaron por la nieve durante cinco años hasta el 2015 que los científicos los llamaron para llegar a un acuerdo y disculparse por el maltrato que les dieron. Al llegar, estos se dieron cuenta que estaba el ejército armado y los científicos con un tipo de mini pistolas desintegradoras.
-Es una trampa- dijo Froug.
- No lo creo- dijeron Robotina y Vender.
Sin darle importancia, la familia se acercó a los científicos cuando dijeron “ya”. El ejército lanzó unos misiles al aire que explotaron y lanzaron una red que atrapó a Robotina y a Vender. Froug asustado salió corriendo hasta llegar a un bosque que había cerca. Froug utilizó sus ojos como larga vistas y observó lo que estaba pasando. Los científicos sacaron un rayo y se lo dispararon a Robotina, convirtiéndola en un marco de fotos de metal; después se lo dispararon a Vender y lo convirtió en una lata de comida para perros.
Al ver esto, Froug salió corriendo hasta llegar a unos nevados llamados “Los Alpes”, quedándose allí un largo tiempo cuando vio un OVNI volando en círculos y siguió su camino. Froug curioso lo siguió hasta llegar a Atlanta donde el OVNI paró y sacó cinco piernas de metal y disparando rayos desintegradores a los edificios. Este sin darle importancia se fue al bosque que estaba cerca y puso sus ojos larga vistas.
Poco después el OVNI sacó un tentáculo u atrapó a una persona y se la tragó escupiendo solo sus huesos. Froug asustado pensó si ayudarlos iba a ser lo correcto y aceptó. Por ello sacó un rayo de materia de su brazo y le disparó con un tiro asertorio. El OVNI, aturdido cayó al suelo. De allí salieron dos extraterrestres que parecían plátanos gigantes. Estos sacaron un control en el que presionaron un botón y de un momento a otro aparecieron cincuenta OVNIs más y aterrizaron y sacaron sus cinco piernas de metal.
Froug asustado y sin saber qué hacer utilizó sus ojos larga vistas de nuevo para ver si estos tenían un punto débil que los pueda destruir. Sin encontrar nada, les disparó con su pistola a cinco y los destruyó. Estos se dieron cuenta y comenzaron a sacar sus tentáculos y lo atraparon de cada extremidad. Froug con todas sus fuerzas y muy rápido juntó sus extremidades y los OVNIs salieron disparados los unos contra los otros chocándose y se destruyeron.
Como aún quedaban unos cuantos y Froug no tenía ninguna arma que usar, salió corriendo hasta llegar a una presa, como los OVNIs lo persiguieron, él comenzó a golpear la presa hasta que se destruyó y soltó el agua destruyendo a todos los OVNIs que quedaban. Froug feliz se fue, pero se dio cuenta que el agua seguía y no era absorbida por la tierra. Entonces subió a una montaña rocosa y golpeó con fuerza ocasionando que caigan piedras y gormen una nueva presa.
Como Froug ya había cumplido con su deber se fue pero las personas sobrevivientes no lo dejaron porque querían agradecerle y le hicieron una fiesta de agradecimiento por ayudarlos y salvarlos después del mal que le hicieron. Por ello las personas pudieron convertir a Robotina en un robot, pero no pudieron convertir a Vender porque la lata ya había sido vendida y aplastada, pero Froug se quedó feliz de todos modos.
Bernardo Otoya A.
3°”B” N°19
Colegio de La Inmaculada

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